Bebés y westies: Aún tengo la imagen de varios westies amasados por bebés de un año de edad: tirones en las orejas, tirones en los mofletes, con el lema «su rabo, mi gran amigo» se apoyan en ellos para aprender a levantarse: – «Suaaavee; despacito… así ¿ves?» -. Lametones del westie en la cara de tu bebe: entre risas le lavas la cara con jabón. Pero sabes que tu westie debidamente desparasitado, vacunado y aseado no es potencialmente malo para tu retoño.
A un bebé hay que enseñarle, pero a la vez, un westy bien educado acogerá como a un igual a su nuevo miembro (no pretendo entrar en cómo hacerlo, pues para cada perro depende de muchos factores: desde luego no consiste sólo en soltar a tu bebe con el perro, a ver que pasa). Tampoco quiero animar a que lo hagáis; cada uno debe conocer las limitaciones de su mascota.
Y es que recientemente ha salido una publicación en la revista Peditrics, que mostraba los resultados de una investigación realizada en una universidad de Finlandia. En ella concluían que la presencia de perros es beneficiosa para la salud de los bebés. Estos tenderán a padecer menos procesos infecciosos a nivel de vias respiratorias: catarros, tos, rinits, oidos… El estudio concluía que la presencia de mascotas (en gran medida perros) al menos durante los 12 primeros meses de edad, durate al menos 6 horas al día, reducen la probabilidad de enfermar a tu bebé: «…no sólo enferman menos, sino que se curan antes y necesitan un menor tratamiento antibiótico…». La presencia de perros «…puede ayudar a madurar el sistema inmune y lleva a respuestas más eficaces…». Mi experiencia, es que la gente que está a mi al rededor, que han crecido con perros o tienen un bebé, en muchos casos no son o no han sido personas/bebes especialmente enfermizos. Seguro que conoces muchos casos.
Y es que un perro juguetón, cariñoso y resistente, como el West Highland White Terrier, puede ser una buena alternativa. Hay que tener presente que cada mascota tiene sus particularidades y cada niño unas necesidades. No obstante, el westie siempre será un buen compañero; bien educado, un fantástico baby sitter.